Con una de las monedas más devaluadas del mundo -en 2021 solo la lira turca perdió más valor- los argentinos están acostumbrados a usar el dólar estadounidense como referencia de precios.
El dólar es también la moneda de ahorro y la que impulsa la economía, ya que la producción argentina es fuertemente dependiente de insumos importados.
Pero la creciente demanda de billetes verdes en un país que no los produce ha generado una y otra vez un problema que se conoce técnicamente como «restricción externa».
En criollo: los dólares no alcanzan, y eso genera una crisis.
Según el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), 15 de las últimas recesiones económicas que padeció Argentina desde finales de la Segunda Guerra Mundial surgieron «porque el país se quedó sin dólares».
Para intentar contener la salida de divisas y preservar las reservas del Banco Central (BCRA), las diversas administraciones que gobernaron durante la última década -tanto kirchneristas como macristas- aplicaron restricciones sobre la compra de moneda extranjera (o «cepos», como se le conocen localmente).
Estos controles de capital han generado en los últimos años un fenómeno muy particular: la convivencia de toda una serie distintas de cotizaciones del billete verde.
Así, mientras que en otras partes del mundo uno puede preguntar cuánto vale algo en la moneda local y cuánto en dólares, en Argentina la cuestión es un tanto más complicada.
Allí también hay que preguntar de qué tipo de dólar se habla. Se trata de un dato clave, ya que, según la respuesta, la cotización puede variar hasta en un 100% o más.
Aquí te contamos cuáles son los seis principales tipos de dólar que se usan hoy en Argentina.
Dólar oficial
Es el que establece el BCRA.
Tiene dos canales: el minorista, que usan los bancos y agencias cambiarias con sus clientes, y el mayorista, que es el que se usa para las grandes operaciones, como transacciones entre entidades financieras, el comercio exterior y el pago de deudas dolarizadas.
En octubre de 2019, horas después de perder las elecciones, Mauricio Macri impuso un límite de US$200 por persona por mes para la compra de dólar oficial, en un intento de frenar una corrida al dólar, disparada por su derrota.
Desde entonces ese límite se ha mantenido.
Sin embargo, la realidad es que los argentinos de a pie no tienen acceso ni a eso.
El motivo es que, durante su primer año en el poder, el actual mandatario, Alberto Fernández, impuso dos nuevas restricciones para hacer el dólar menos accesible.
El llamado «supercepo» buscó evitar la sangría del BCRA, que se ahondó durante la pandemia.
Esto creó un nuevo tipo de cotización.
Dólar ahorro (o solidario)
Es el dólar que obtienen quienes compran el oficial para ahorro o turismo (otro de sus nombres).
Las autoridades lo apodaron «solidario» porque quien lo compra debe pagar, además de la tasa del dólar oficial, un impuesto del 30% de su valor más un recargo del 35%, que luego puede ser deducido del impuesto a las ganancias.
Por ello la cotización del dólar ahorro es la del oficial más el 65%.
Dólar tarjeta
Quien utiliza su tarjeta para pagar servicios en dólares (como Netflix o Amazon) o durante viajes al exterior también paga este 65% extra, una cotización que se conoce como «dólar tarjeta».
Este tipo de dólar es considerado «barato» para los argentinos en comparación con la otra alternativa que tienen a la hora de viajar: usar dólar billete, cuyo precio está determinado por la cotización más famosas de todas.
Dólar blue
Así se le dice al dólar negro, comprado en el mercado ilegal, que es -para la mayoría de los argentinos- la forma más común de acceder al dólar por fuera de los límites gubernamentales.
(Algunas versiones indican que el inusual nombre se relaciona con la jerga que utilizaron históricamente las financieras ilegales -«cuevas» o «arbolitos»- para referirse al billete estadounidense.)
Los argentinos usan «el blue» como principal referencia del dólar, ya que es el que sigue la lógica de la oferta y demanda.
Cuando uno compra o vende una casa, un auto, o algo de mucho valor, como una computadora o celular, se utiliza esta cotización.
Sin embargo, al regirse por las leyes del mercado este tipo de dólar también es mucho más volátil y -a diferencia del oficial- puede dispararse repentinamente.
Esto ha ocurrido muchas veces. La última esta misma semana, tras la renuncia del ministro de Economía Martín Guzmán.
Cuando el blue se dispara puede llegar a alcanzar un precio que incluso supera en más del 100% al del oficial, como ahora.
A esta diferencia se la conoce en Argentina como «la brecha» cambiaria, y cuánto más grande es, más alta es la presión para que se devalúe el peso.
Dólar bolsa (o MEP)
Quien no quiere comprar dólares fuera del sistema financiero formal tiene esta alternativa: el «mercado electrónico de pagos» (MEP), que es una forma legal de obtener divisas.
Se hace a través de la compra y venta de bonos, lo que requiere un agente de bolsa, por eso se lo conoce informalmente como «dólar bolsa».
La operativa funciona así: se compran bonos que cotizan tanto en pesos como en dólares.
Se adquieren en moneda local y se venden en la extranjera.
Las divisas que ingresan a la cuenta están sujetas a la regulación local.
Dólar CCL
El dólar «contado con liquidación» es otra herramienta financiera, pero esta permite cambiar pesos por dólares en el exterior.
Para muchas empresas e inversionistas es la principal forma de adquirir divisas y sacarlas del país legalmente.
Por este motivo, muchos analistas económicos consideran al CCL y al dólar bolsa como los mejores termómetros para estimar el valor «real» del dólar.
Para obtener el también llamado «contando con liqui» hay que tener una cuenta en el exterior, por lo cual no es algo utilizado por el común de los ahorristas argentinos.
Utiliza acciones o bonos que cotizan en Argentina y también en otro mercado internacional (como Wall Street).
Al igual que el dólar bolsa, se compran en pesos, pero luego esos activos se transfieren a la cuenta en el exterior y se venden a cambio de dólares.
El cálculo de cuántos dólares se compran a cambio de cuántos pesos determina la cotización de este dólar.
Esta operatoria ha sido muy usada para transferir dólares al exterior cuando se prohíbe o limita a las empresas y los bancos girar dividendos a sus casas matrices.